12/12/10

Think globally, act locally

Publicado en durangon.com, 12.12.2010.
El desempleo es un drama social de incalculable dolor y, sobre todo, de penosas consecuencias. Que nadie se lleve a engaño; sin recuperación de los niveles de empleo, no va a fraguarse una verdadera recuperación económica que active el consumo interno, sanee las arcas públicas, fomente la inversión, recupere el ahorro, etc.

El mercado laboral español se ha constituido como uno de los principales lastres en el camino de salida de la crisis. En este sentido, no podemos trazar diferencias entre Euskadi y el estado, dado que el contexto normativo en materia laboral es común. Y un planteamiento para ahondar en el ámbito vasco de relaciones laborales, es una quimera en el actual contexto político, a pesar de que el Estatuto de Gernika deja cierto margen de maniobra.

Diagnóstico local
Reconociendo las limitaciones del marco global, la intervención a nivel local es posible, y muy conveniente. Los datos del Servicio Público de Empleo Estatal (antiguo INEM) lo dicen claramente: Durangaldea sufre incrementos de desempleo superiores al resto de Bizkaia (138% en Durangaldea frente al 78% en Bizkaia desde octubre del 2007 a octubre de 2010). Por tanto la respuesta para la recuperación ha de ser también en esos términos; un 50% acompañada por la economía en general y otro 50% acompañada por medidas específicas en Durangaldea.

El tejido económico de nuestra comarca se apoya en una industria fuerte y con peso específico en la economía, que mira hacia horizontes de mayor valor añadido desde hace algunos años, donde priman y primarán cada vez más, los puestos de alta cualificación.

Perspectiva global
En esta tesitura, me atrevo a compartir con los lectores una medida que desde el gobierno danés llevan años implementando. La Agencia Danesa para la Ciencia, la Tecnología y la Innovación (DASTI) estableció en 2007 como objetivo lograr que las empresas pequeñas sin personal con alta cualificación, incorporaran a su plantilla perfiles más elevados. Entendían que así podrían desarrollar actividades de más valor añadido, incrementando su competitividad. Este objetivo podría ser compartido por la economía vasca y la de Durangaldea.

Así, instituyeron una línea de subvenciones para la entrada del primer investigador o profesional de alta cualificación en la empresa, financiando su coste salarial durante los primeros años, siempre que hubiera aparejado a un plan de cambio de proceso productivo o de diseño de nuevos productos o servicios.

El coste incremental es pequeño comparado con los beneficios que puede reportar la medida. En muchas ocasiones se trata de jóvenes en desempleo, que están recibiendo una prestación económica. Incrementando la prestación y asignándole tareas, se convertía en sueldo, consiguiendo al mismo tiempo crear nuevos puestos de trabajo y garantizar la continuidad (mediante la competitividad) de la empresa, y sus empleos anteriores.

Aplicación local
En la conversación que mantuvimos con la persona que dirigía el programa, nos hablaba de empresas en ocasiones muy pequeñas, oficios tradicionales o talleres que querían pasar a nuevas técnicas de mecanización de piezas… Me recordaba tanto a casos de nuestra comarca, que nunca he olvidado aquellos apuntes, que hoy he querido compartir con los lectores. Visión global, medidas concretas, es posible.

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