2/11/08

La organización soñada

En mi corta trayectoria profesional he tenido ocasión de vivir grandes momentos, de crecimiento profesional y personal. De todos he aprendido, de los errores, fracasos, aciertos, éxitos...

Sin embargo la organización que sueño es aquella en la que las personas dicen cosas como "Trabajo un montón, pero el proyecto me encanta y estoy enganchada" o "Yo quiero trabajar aquí. Os veo trabajar, pero estáis contentos". Esto me lo han dicho últimamente en Orue, y me enorgullece. Es más, cuando asumí el reto de liderar el proyecto Orue, es lo que buscaba, crear la organización soñada. No hemos llegado al objetivo, pero estamos en el buen camino.

Y los sueños, sueños son
Cuando era universitario (no hace tanto tiempo) uno de mis profesores dijo que hay que hacer las cosas sólo dos veces: una en la mente, y otra en la realidad. En esta frase hay mucho de lo que pienso y siento.

Para pasar a estadíos superiores, tenemos que imaginarlos, dibujarlos en la mente, soñarlos. Y después, la fórmula eterna del tesón; work, work, work, work. Ya lo decía Soichiro Honda El éxito sólo puede alcanzarse mediante una sucesión reiterada de errores e introspecciones. De hecho, el éxito representa el 1% del trabajo de una persona, resultante de ese 99%, al que llamamos fracaso.

19/7/08

La necesidad de profesionales cualificados en Euskadi

Cada día de esta semana, nos hemos desayunado, una alarmante noticia sobre defícit de profesionales en algunos sectores que como sociedad desarrollada nos debieran preocupar.

El Consejo Escolar primero, y la UPV después
Me refiero a las declaraciones que Konrad Mugerza, Presidente del Consejo Escolar de Euskadi, realizó el martes día 15 de julio, que al hilo de un sesudo estudio venía a alertar del importante déficit de profesores que tendremos en el medio plazo. Ciertamente el problema no es nuevo, y sí preocupante. La generación que lideró la educación tras la caída del régimen franquista, está pasando la cincuentena, y evidentemente, se jubilará en la próxima década, si no lo está haciendo ya.
Por su lado, Juan Ignacio Pérez, rector de la UPV, este viernes nos ha sorprendido con otra noticia de relumbrón: "Necesitaremos ingenieros, profesores, médicos y enfermeras".

Nada nuevo bajo el sol
De todo esto, lo que más me preocupa es que las instituciones sólo se preocupan... y faltan iniciativas. Lo de esta semana, que reseño sobre estas líneas, alarma a la sociedad, y no presenta soluciones ni propuestas. Y lo digo conociendo cómo están dos de los sectores productivos implicados, que ya están sufriendo el problema.
En la revista Hik Hasi ya anunciaban con todo detalle de datos en noviembre de 2007 que haría falta un gran relevo para sustituir a la generación de profesores que ahora tiene 50-60 años.
En el sector sanitario, las cosas también pintan mal. ¿Recuerdan la huelga de Osakidetza no hace demasiados meses? Pues sí, los médicos y enfermeras tienen ese poder de negociación, entre otros factores, porque saben que no abundan los profesionales cualificados. Y Osakidetza es sólo la punta del iceberg, ya que sectores que necesitan de estos profesionales, pero no pueden pagar los salarios que Osakidetza paga, ya estamos sufriendo este anunciado déficit de enfermeras y médicos, me refiero a las residencias de ancianos y las clínicas privadas. Además, el proceso de Bolognia va a provocar que la carrera de enfermería pase de 3 a 4 años, y eso supone que durante un año no saldrá ni una enfermera de la universidad... lo que agravará la situación.
Con todo, ¡nada nuevo bajo el sol! Todo era previsible...

Soluciones innovadoras
Yo no tengo las recetas que solucionarán estos problemas, pero habrá que ir haciendo camino. Desde luego, poner la evidencia sobre la mesa es el primer paso, pero de nuestras instituciones se espera algo más que eso. Desde mi pequeño aportación, estoy dispuesto a aportar soluciones.

11/7/08

e-RURAL SENIOR: creer o no creer

Innovar es ver en la bellota un roble, es creer en la potencia de la bellota para, desde su insignificancia, ser un majestuoso roble. No descubro nada si digo que para innovar hay que asumir riesgos, tener visiones de futuro, creer en el potencial de las personas y las ideas... y desarrollarlas.

Contracorriente
Quisiera que toda la organización, al menos en sus niveles superiores, creyera en la innovación como única vía de garantizar la pervivencia de las organizaciones, ... quisiera pensar, también, que las inversiones buscan beneficios a largo plazo, a costa de algunos a corto plazo... esto es lo que creo que hace grandes a las organizaciones, su capacidad creadora, de visión y búsqueda de futuro. Y esto en un proceso inacabable, continuo, en bucle...
La verdad es que en ocasiones así es como me siento, a contracorriente. ¡Y me siento contrariado! Pero vuelvo a reflexionar y pienso que será el equilibrio necesario para avanzar, la tensión entre los contrarios: el corto y el largo plazo,
las estrellas y las vacas, el futuro y el presente, el retorno y la inversión...

e-RURAL SENIOR
En este proyecto me ha pasado algo de esto, y todavía, lo mejor está por venir. Hemos consumido una cantidad de tiempo formidable, aplicado enormes dosis de ilusión... y ahora empieza a fructificar. Y ahora vienen los "cortoplacistas" a preguntar qué es eso, cuál es su aplicación, su objetivo... y yo me pregunto si hubiesemos llegado tan lejos de no haber creído en el proyecto, dedicado horas fuera del trabajo... con lo cual, pienso que ¡bienvenidos! pero los últimos a la cola.
Vamos a ver cómo instrumentamos todo esto, después de que parece tener aplicabilidad empresarial.

18/4/08

Políticas de juventud

La juventud está cansada de participar en política, no se implica, no participa en los problemas sociales, no se moviliza... son frases que una y otra vez oigo. A base de repetirlo creo que incluso se ha convertido en creencia popular, sin un análisis profundo y en detalle.

La historia ha cambiado
Creo que la primera reflexión que se debe realizar para diseccionar esas afirmaciones es que la sociedad ha cambiado. La situación política y social ha cambiado, y por tanto el contexto es diferente. Además, este contexto es de mayor estabilidad, a todos los niveles; político, económico, social, cultural... y esto conlleva que las reacciones sean menos impulsivas, menos viscerales.
Por utilizar un simil natural, las reacciones no son en forma de tromba de agua, son reacciones firmes, lentas y progresivas, como los glaciares se mueven hacia el mar.

Interés o desinterés, ¿de quién?
Los políticos hablan de lo que a ellos les preocupa, y les ocupa... y a los jóvenes eso no les preocupa. ¿Quién es el desinteresado? ¿Los políticos no se interesan de los problemas de los jóvenes, o los jóvenes no se ineteresan de los problemas de los políticos?
Siempre he creido que lo difícil es hacer la pregunta correcta, si se quiere tener la respuesta al problema... y en la anterior pregunta está el quid de la cuestión: ¿deben los jóvenes preocuparse de los problemas de la clase política? Creo que no, creo que es al revés, y ahí está la causa del distanciamiento. Los políticos no preguntan qué es lo que les interesa a los jóvenes. Y en consecuencia, no hablan de ello.
Y como tercer y última derivada, los jóvenes pasan de los políticos. Lógico, ¿verdad?

Vamos a cambiar
Sin ánimo de sentar cátedra, veámos si reducimos este distanciamiento, ya que hasta Albert Einstein lo decía:
"Locura es pensar que se logrará algo diferente haciendo siempre lo mismo".

Este 17 de de abril de 2008, el Observatorio Vasco de la Juventud ha publicado en 11º Retratos de Juventud en el que se presentan algunas conclusiones muy interesantes. Entre otras, resulta que los jóvenes vascos (en porcentajes muy altos) citan como sus principales problemas la situación laboral y la vivienda. ¿Egoísta? Puede ser...
Yo tenía un profesor, de Filosofía en concreto, que siempre nos recordaba "lehenengo jan eta gero pentsatu" (primero comer y luego pensar), lo cual tiene todo el sentido del mundo... y sino que se lo pregunten a Maslow.
En vista de ellos, creo que si los políticos quieren ser escuchados por los jóvenes, ya saben de qué tienen que hablar, de trabajo y vivienda. Sino, y de forma irremediable seguiremos cambiando de canal...

Ahí les encontrarán
Por tanto, si los políticos hablan y se preocupan de los problemas de los jóvenes, está claro, tendrán oyentes activos. Y al mismo tiempo estaremos contribuyendo a reducir el gap entre la política y los jóvenes. Ese es el reto: "Quien tenga oídos para oir que oiga" (Mc. 7)